Episodio 11. BIBLIOTECA DE LOS ÁNGELES

Cuando empecé a contar a distintas personas la idea del podcast para que me dieran su opinión, una de las primeras bibliotecas de las que me hablaron, y que yo no conocía, fue la del episodio de este mes: la Biblioteca de Los Ángeles en los Estados Unidos. Quizás mis prejuicios con bibliotecas nuevas y modernas se activaron inmediatamente en mi cabeza al recordar la ciudad que había conocido con 17 años y que no me gustó nada de nada. Sin embargo, un libro prestado y luego regalado ha resultado la excusa perfecta para descubrir una gran biblioteca que ha evolucionado con los tiempos y que, como es prejuiciable y esperable, tiene una historia digna de película de Hollywood.

“La biblioteca en llamas” de Susan Orlean ha sido editado en 2019 por Temas de hoy, del grupo editorial Planeta. Cuenta la historia de esta biblioteca desde sus comienzos intercalando capítulos para hablar de su actualidad, sus edificios, sus directores y directoras, y también, cómo no, del gran incendio de 1986, hilo conductor de la novela y de la persona a la que se relacionó con este incendio, añadiendo así un toque policial a la historia.

La biblioteca en llamas - Susan Orlean | Planeta de Libros

Como os he contado estuve en LA con 17 años, y aunque ya me encantaba leer, no incluí una visita a esta biblioteca. Fui unos cuantos días con la familia con la que estaba pasando el verano en un pueblo de los valles que rodean la ciudad. Creo que el motivo principal por el que no fui, es que no es tan conocida o turística como la de Nueva York o Washington y que, en aquel momento, no aparecía en las guías turísticas de la ciudad en la zona de imprescindibles. Hoy, no lo dudaría. Primero, por mi afición a visitar estos lugares, y segundo, porque la lectura del libro me ha despertado la curiosidad por ver un espacio como el que se describe. Me he quedado con la idea de que no es una biblioteca como las de aquí. A lo largo del podcast de este mes iréis viendo porqué.

los Angeles, noche, ciudad y urbano, California, fondo de pantalla hd, Estados Unidos, arquitectura, exterior del edificio, ciudad, estructura construida, edificio, rascacielos, paisaje urbano, edificio de oficinas exterior, moderno, cielo, iluminado, paisaje, horizonte urbano, Distrito residencial, nadie, naturaleza, al aire libre, Distrito financiero, 4K, CC0, dominio público, libre de derechos
Foto de Los Ángeles de noche. Piqsels
aéreo, foto, edificios, los Angeles, California, horizonte, céntrico, arquitectura, paisaje urbano, rascacielos, ciudad, ciudades, urbano, hdr, panorama, exterior del edificio, estructura construida, edificio, edificio de oficinas exterior, cielo, moderno, Distrito residencial, vista de alto ángulo, paisaje, horizonte urbano, distrito centro, naturaleza, calle, destinos de viaje, nadie, vida en la ciudad, al aire libre, Distrito financiero, 1080P
Foto de Los Ángeles de día. Piqsels

Cuando nace esta biblioteca, en 1872, Los Ángeles era poco más que un pueblo. Así que el edificio emblemático de hoy en día tardó unos cuantos años en llegar. Se construye en 1926 y por las fechas en las que se empieza a construir podemos intuir una vida difícil.

File:Los Angeles Central Library south entrance.jpg - Wikimedia Commons
Entrada de la biblioteca. Foto de Wikimedia.
Incendio de 1986. Fuente: https://soybibliotecario.blogspot.com/2019/09/la-biblioteca-en-llamas.html

Su arquitecto original, Goodhue, murió antes de empezar la obra, fue su equipo el que acabó el diseño y construyó el edificio. Pasar la Gran Depresión y la II Guerra Mundial no fue fácil. Unas décadas después, en 1966, debido a su mal estado, se empezó a hablar de derribar el edificio.

GoodhueByLawrie.jpg
Foto de escultura de Lee Lawrie de Goodhue. Los derechos de la foto son de Einar Einarsson Kvaran.

Pero tras años de debate, en 1970 un equipo de historiadores arquitectos liderados por Barton Phelps (aquí podéis ver que otros edificios han hecho, http://bpala.com/) consiguieron que se declarara como lugar histórico protegido logrando no solo que se rehabilitara, sino también que se ampliara. Dos en uno. Como siempre, el presupuesto resultó ser un problema. Se consiguió la mayor parte del dinero vendiendo los derechos de aire de la biblioteca. ¿Y qué es eso? Resulta que la legislación urbanística de esa zona de la ciudad permitía vender las alturas que no hubieras utilizado. Así, si tenías un edificio de 7 plantas y se podía construir hasta 60, podías vender tus 53 plantas a otra construcción para que se pasara del límite. La biblioteca consiguió más de 28 millones de dólares y con ello 2/3 del presupuesto. La tabacalera Philip Morris se ofreció a aportar el resto, pero no se quiso vincular la biblioteca con una empresa de ese tipo. Este modelo de financiación privada de lugares públicos puede ser muy frecuente en EEUU y aquí creo que no lo era tanto aunque cada vez parece más común. ¿Cuántas personas nos hemos echado la mano a la cabeza al leer en la parada de metro de Sol un apellido con nombre de compañía telefónica en su nuevo nombre?

De nuevo, como en otras bibliotecas que hemos visto, la “rotunda” es la parte central de la biblioteca, donde aparece pintada la historia de California. Y una gran lámpara de araña de bronce fundido con una bola del mundo de casi 1.000 kg de peso, con 48 luces: una por cada  estado de aquel momento, además de todos los signos del zodíaco (1). A todo esto le sumamos dos esfinges y una estatua que se llama “El Triunfo de la Civilización”, otra estatua de siete pies de altura de una mujer sosteniendo un libro. ¿Os vais haciendo una idea del edificio y su decoración? Sí, suena a Art Decó y eso es lo que es. Y si ahora miramos hacia su parte más nueva, la ampliada en los años 90, encontramos escaleras mecánicas en un atrio de cristal en el que hay tres enormes candelabros que representan la naturaleza, la ciencia y las artes. Y para que os hagáis una idea de cómo es por fuera, un vídeo con vistas aéreas de la pirámide de colores que corona el edificio: https://es.dreamstime.com/vista-a%C3%A9rea-del-edificio-de-la-biblioteca-p%C3%BAblica-los-%C3%A1ngeles-ubicado-en-cima-pir%C3%A1mide-dise%C3%B1ado-por-bertram-goodhue-video165633272

Pero los sinsabores de la biblioteca no terminaron ahí. En 1986 sufrió un gran incendio (2). Coincidió con el accidente nuclear de Chernobil, así que podemos imaginar que pasó bastante desapercibido en las noticias. Aun así, se produjo una gran movilización ciudadana local para intentar salvar su biblioteca como cuenta la autora en el libro de “La biblioteca en llamas”. Fue tal la movilización que algunas grandes empresas dieron tiempo libre a su plantilla para que fueran a ayudar. Pensemos que, más allá del fuego, el otro daño a los libros fue el agua y las esporas de moho que salen a las 48 horas. A partir de ese momento son totalmente irrecuperables.

Chernobyl Sarcófago Nuclear El - Foto gratis en Pixabay
Foto de Chernobyl. Fuente: Pixabay

El incendio duró más de 7 horas y el lugar estuvo caliente durante 5 días. Lo de caliente quiere decir alrededor de los 40 grados. Para salvar los libros de las consecuencias del incendio, se congelaron durante varios años en los congeladores de una industria de procesamiento de pescado. En el libro se cuenta el proceso, se narra la participación de todas esas personas voluntarias, de expertos, se explica cómo se congelaron, por qué no dijeron dónde los iban a guardar… ¡todo muy curioso! (3)

No obstante, los incendios han sido bastante habituales en las bibliotecas. Os acordáis de los casos de otros episodios como la de Sarajevo o la del Congreso de los Estados Unidos. Pero en general, muchos de ellos vinculados con actos de vandalismo. Solo en EEUU se producen unos doscientos incendios al año. En 1986, el año del incendio de nuestra biblioteca de hoy, hubo en Los Ángeles cinco mil cuatrocientos incendios intencionados. (4)

Hoy en día, el edificio de la biblioteca central mezcla lo viejo con lo nuevo. En 1993 se inauguró el Ala Tom Bradley, recibiendo el nombre por el alcalde de la ciudad en ese momento. Seguro que no había nombres de escritoras, escritores, bibliotecarias o similar para utilizar (5). Es que además, ya el aeropuerto lleva su nombre. Ya sabéis que me gusta quejarme un poco de la falta de visibilización de mujeres. Pero es que en el caso de esta biblioteca tiene bastante delito el no tener nombre de mujer. ¿Por qué?

Efecto Bradley - Wikipedia, la enciclopedia libre
El alcalde Tom Bradley.. Fuente: Wikipedia

Porque otra de las curiosidades de la historia de la biblioteca es que mayoritariamente, y desde siempre, ha tenido directoras. Después de un primer bibliotecario le siguieron grandes mujeres como directoras de la biblioteca. La primera de ellas fue Mary Foy. Otra muy importante, porque consiguió hacer de esta biblioteca una de las más avanzadas de su época, fue Tessa Kelso, que además creó la primera Escuela de Bibliotecarias (centro que se hizo muy famoso por su calidad y exigencia). (p. 166 libro) (IMAGEN FOTO DIRECTORAS) Os voy a contar un par de historias de una de sus directoras y de uno de sus directores.

Otra de estas grandes directoras fue Mary Jones, a la que echaron de su puesto para poner a un hombre, Charles Lummis. Pero Mary no se quedó callada cuando la Junta la invitó a irse para ser sustituida. Ella siguió acudiendo a su puesto de trabajo. Se generó una situación tensa a nivel municipal pidiendo a su vez el despido de la Junta, bibliotecarias de otras partes del país vinieron a manifestarse a LA para apoyar a Mary Jones… pero tras un proceso más o menos largo, la ley dio la razón a la Junta para poder despedir libremente a Mary por el hecho de ser mujer. Parece que el momento inicial en el que se vio como un tipo de trabajo para mujeres por su vinculación con la educación, pero poco a poco fue dando paso por todo el país a un puesto más para hombres, sobre todo en los puestos de dirección.

Charles Fletcher Lummis, half-length portrait, facing right, wearing  wide-brimmed hat] - PICRYL Public Domain Image
Charles Lummis. Fuente: Picryl
105958-full
Mary Jones. Fuente: https://universoabierto.org/2018/12/07/la-lucha-de-las-mujeres-por-su-reconocimiento-como-responsables-de-bibliotecas-en-los-primeros-anos-del-siglo-xx/

Charles Lummis era un escritor y periodista muy reconocido en el país. Era un hombre “particular”. Cuando le ofrecieron el puesto se vino andando desde Ohio hasta Los Ángeles y fue escribiendo las crónicas de su peregrinación. Conocido por su apoyo a minorías y los pueblos originarios norteamericanos, no vio mal el despido de Mary por ser mujer.

Charles Lummis fue un director diferente. Su forma particular de hacer las cosas hizo de él todo un personaje social en la ciudad. Hacía las cosas a su manera y lo que al principio divertía, dejó de gustar y fue despedido. De nuevo, la Junta tampoco tuvo formas muy correctas de hacerlo. Fue quien creó en la biblioteca la colección de fotografía y otra colección de historia de España, además de una curiosa colección de autógrafos de personajes de la época. Estudió con Rooselvet en Harvard y eran amigos, pero además estaba su parte de personaje público conocido que le hizo codearse con mucha gente relevante de la época.  Otra de sus “innovaciones” fue colocar a C.J.K. Jones conocido como “la enciclopedia humana” a modo de mostrador de información deambulante por la biblioteca. Jones debía tener un carácter bastante huraño y había sido puesto a dedo, así que fue muy polémico su puesto. Lummis siempre lo defendió, a pesar de que cuando echaron a Lummis, Jones no solo no lo defendió sino que se postuló para sustituirlo.

La tercera persona de la que os voy a hablar es Althea Warren . Me ha encantado de ella la historia de una carta que dejó a modo de cápsula del tiempo para que la directora bibliotecaria de 1972 la abriera (p. 255). Althea fue directora desde 1933 y le tocó lidiar con la II Guerra Mundial. En esta época, la biblioteca de LA era la que más préstamos hacía en todo el país y ya era la quinta ciudad más grande de EEUU. Ella decidió ampliar el horario para que los soldados pudiesen acudir, dar cursillos de primeros auxilios entre otros servicios para adaptarse a los momentos. Lideró la “Campaña Libros por la Victoria”, una campaña nacional para recoger libros destinados a las bibliotecas del ejército, hospitales… recogió seis millones de libros que se distribuyeron a los destacamentos.

upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/f/fb/Alt...
Althea Warren. Foto de Wikimedia.

Ya en estos tiempos la biblioteca tuvo un claro enfoque social. Para empezar, la biblioteca tenía sedes repartidas por toda la ciudad para llegar a todos los barrios y atender sus particularidades (Lo comenzó Kelso). En total, 72 edificios. Así se ha convertido en la tercera biblioteca más grande de norteamérica. Algunos servicios interesantes que ha tenido o tiene la biblioteca y que aquí, en España, no existen (o mejor dicho, yo no los conozco). Su relación directa con servicios sociales para ser ventana única de entrada. Y es que la biblioteca de Los Ángeles acoge todos los días a miles de personas sin hogar. Pero también da cursos de inglés para extranjeros además de cursos de otras lenguas. Este tipo de servicios también salen en el documental «Ex libris: la Biblioteca Pública de Nueva York». Muy recomendable, por cierto. (6)

Y no podemos hacer un episodio del podcast sin hablar de algún autor o autora vinculado con este lugar. ¿Quién creéis que puede ser? Pues sí, Ray Bradbury, interesante coincidencia. El autor no fue a la universidad y siempre defendió que se formó entre las estanterías de la biblioteca, justo, de esta biblioteca de Los Ángeles. Y fue en otra biblioteca, en la de la UCLA, pagando por usar las máquinas de escribir allí disponibles, donde escribiría su novela “El bombero” que acabó llamándose “Fahrenheit 451” (7). Su amor por las bibliotecas, o quizás su agradecimiento, lo tradujo en el apoyo constante a las bibliotecas como institución.

File:Ray Bradbury (1975).jpg - Wikimedia Commons
Ray Bradbury en 1975. Foto de Wikimedia.

Y ya os cuento otro dato curioso. Bradbury era descendiente de una bruja de Salem, de Mary Bradbury. La autora, al hablar de la relación de Bradbury con la biblioteca y el libro más famoso del autor, cuenta cómo decidió experimentar en primera persona qué era quemar un libro y eligió justo el de Bradbury (8).

Como veis, la biblioteca moderna que yo me imaginaba no era tal y su historia va más allá de su incendio en 1986 y el misterio sobre si Harry Peak fue quien causó el incendio o no. Un episodio más, mis prejuicios han sido echados abajo. ¿Y vosotras también habéis descubierto un sitio que visitar en un viaje a Hollywood?

(1) https://www.discoverlosangeles.com/es/la-biblioteca-central-de-los-%C3%A1ngeles-historia-de-un-%C3%ADcono-de-la

(2) https://www.discoverlosangeles.com/es/la-biblioteca-central-de-los-%C3%A1ngeles-historia-de-un-%C3%ADcono-de-la)

(3) p.51 a 55 del libro de Susan Orlean.

(4) p. 137 a 140 del libro de Susan Orlean.

(5) https://www.discoverlosangeles.com/es/la-biblioteca-central-de-los-%C3%A1ngeles-historia-de-un-%C3%ADcono-de-la

(6) https://www.filmin.es/pelicula/ex-libris-la-biblioteca-publica-de-nueva-york

(7) https://universoabierto.org/2018/08/24/ray-bradbury-el-escritor-con-alma-de-bibliotecario/

(8) https://www.lavanguardia.com/cultura/culturas/20190724/463682740347/susan-orlean-biblioteca-publica-de-los-angeles.html

Lucía Llano Escrito por:

2 comentarios

  1. Ramon
    05/27/2021
    Responder

    Desde. luego que sí a cualquiera le mencionan la ciudad de Los Ángeles, sería extraño que le viniera a la cabeza la idea de una biblioteca. Y de las mejores del país.

    Hermosa historia, Lucía.

    • Lucía Llano
      06/01/2021
      Responder

      Tienes toda la razón Ramón. Si nos dicen «Los Ángeles» no pensamos en una biblioteca. Ha sido un gran descubrimiento pero es que todo lo que voy descubriendo me maravilla. Es increíble la cantidad de historias que tienen estos lugares.

Responder a Lucía Llano Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.